Sin más os dejo aqui abajo el relato, que como ya sabeis tiene dos puntos de vista diferentes porque me pareció guay hacerlo así, espero que adivineis cual es MI opinión verdadera, si la de Adam o la de Ali. Así que dejad en los comentarios vuestras opiniones
FELIZ NAVIDAD ,QUE LA SUERTE ESTÉ SIEMPRE DE VUESTRA PARTE,Y RECORDAD QUE CRUEL ES BUENOOOO
-¿Dónde
narices está Adam? Preguntó el señor Calvin dando gritos por toda la oficina.
¡Llamadlo!
Adam O’Connor
era un ejecutivo publicitario de mucho éxito, su punto fuerte eran las campañas
publicitarias de navidad, ya había conseguido que varios de sus anuncios fueran
un bombazo. Por ejemplo el anuncio que hizo sobre Papa Noel acompañando a los
Reyes Magos, el primero en trineo con sus renos y los segundos con sus
camellos. Otro anuncio que impactó a la gente fue el de la compra de uvas para
las campanadas, en el que podíamos ver a una familia que no encontraba uvas por
ningún sitio y que por arte de magia aparecían en los platos de cada familiar
de la mesa, justo el día de Nochevieja.
-Adam, el
jefe te busca y parece bastante cabreado… No sé qué habrás hecho pero será mejor que vayas lo
más rápido posible. Le aconsejó su amigo Pete.
-Gracias
Pete, te debo una. Sonrió Adam, al instante en que salía por patas de la sala
de descanso de la oficina.
Por lo
general, Adam era bastante normal, no le gustaban las cosas complicadas ni
simples, si no originales. Era un chico de 24 años, con el pelo corto y negro,
se cuidaba bastante bien en el gimnasio de su dúplex. Vestía normal, ni
informal ni formal, no le gustaba ponerse corbata y traje a no ser de que fuera
algo especial o importante.
El muchacho
casi se cae por las escaleras de emergencia, cuando terminaba de beberse su
café solo, abrió la puerta lo más rápido que pudo y casi se tropieza con una
recepcionista que venía de los lavabos. Cuando Adam casi había llegado al
despacho del señor Calvin oyó unos gritos tras él.
-¡O’CONNOR!
¿Se puede saber donde te habías metido? ¡Te necesitamos en la sala de
reuniones! El señor Calvin era un hombre muy amable las veces que no estaba
enfadado, Adam se asustó bastante cuando el señor Calvin le había gritado por
primera vez e incluso llegó a pensar que iba a despedirlo, pero era un buen
hombre y las veces que gritaba no lo hacía con maldad.
-Lo siento
señor Calvin, necesitaba tomarme mi café, si no las ideas no me vienen Se
disculpó Adam lo mejor que pudo aunque no hizo mucha falta por que el jefe era
un buen hombre.
-Vamos
muchacho, no quiero regañarte pero necesitamos ideas para la nueva campaña de
navidad y no vamos sobrados de tiempo. El señor Calvin tenía razón, ya quedaban
como 2 meses para navidad y aún no tenían ninguna buena idea por ello se debían
poner manos a la obra.
Adam siguió
al regordete y pelirrojo señor Calvin hasta la sala de reuniones, una amplia
sala acristalada y acondicionada perfectamente para cualquier tipo de reunión,
desde fuera se podía ver el interior y viceversa, cosa que a Adam no le gustaba
mucho la verdad. Al entrar, un aroma a chocolate entró por las fosas nasales de
Adam, cosa que hizo que sus tripas rugieran como un león ya que no había
desayunado porque no le había dado tiempo.
-Empecemos,
tenemos algunas ideas que tal vez os interesen…
……………………………………………………………………………………………………..
Al salir de
la oficina a las 2 de la tarde, Adam se encontraba cansado y poco inspirado, en
la reunión apenas habían encontrado alguna idea que fuera buena, sólo unas
cuantas que ya se habían usado y a él lo que le importaba era la originalidad.
Llegó junto a
su bmw rojo, puso la llave y arrancó el coche. Mientras conducía por la ciudad,
veía a la gente muy contenta mirando escaparates y haciendo las primeras y
tempranas compras navideñas que Adam tanto odiaba, para él la navidad era una
fiesta capitalista, gracias a aquella fiesta podía permitirse trabajar sólo en
esa época del año. Sus anteriores anuncios le habían hecho ganar lo suficiente
como para vivir por todo lo alto. Nunca le había gustado la navidad, sobre todo
empezó a odiarla el día en que su padre murió ,el día de navidad, pero estaba
claro que desde que Adam tuvo la suficiente edad decidió que la navidad era una
festividad capitalista que sólo se celebraba para gastar, gastar y gastar.
Cuando
avanzaba por la Gran Vía, se dio cuenta de que tenía hambre, bastante en
realidad ya que no había podido desayunar su matutino croissant de chocolate. Así
que paró el coche cerca de un restaurante italiano al que solía ir cuando salía
de la oficina.
Al entrar al
restaurante parecía que estuvieras en la mismísima Roma, ya que desde cada mesa
que daba a la calle parecía que se viera La
Fontana de Trevi en vez de lo que realmente había. Adam pidió espaguetis a
la carbonara con extra de bacon y de beber un nestea. Mientras comía pensaba en
algunas ideas para su anuncio, tenía que anunciar la lotería de navidad, algo
que todo el mundo tenía bastante en cuenta y que por alguna razón era motivo de
esperanza en estas fechas. Había pensado en eso, la esperanza, algo que todas
las personas tienen en navidad y sobre todo por la crisis que se cierne en
Europa.
………………………………………………………………………………………………….....
“Amo la
navidad”, pensó Alison al salir del supermercado y ver las recientes luces de
navidad que habían colocado, Ali era una chica amable, simpática y sensible,
que por ciertas cosas de la vida no estaba en su mejor momento. La acababan de
despedir de la tienda de animales donde trabajaba y todo ello por la crisis,
además de que sus padres estaban en Hong Kong de viaje de negocios y se sentía
un poco sola.
Alison se
estuvo fijando en las tiendas, las luces, los escaparates y de repente PLOF
-¡Auch!
Podrías tener un poco más de cuida… Alison se quedó petrificada, estaba en el
suelo y se había chocado con el chico más guapo que había visto.
-Lo siento,
pero creo que tenemos los dos la misma culpa. Se disculpó el chico medio
riéndose. El muchacho tenía el pelo corto, negro y sus ojos eran grises
intensos, iba vestido de manera informal o eso pensaba Alison y parecía
bastante chulo.
-Oh no mis
cosas, espero que no se haya roto nada. Alison llevaba como tres bolsas de
cosas para navidad, tanto adornos para el árbol, como comida y bebida.
-Espera que
te ayudo. El chico se movió rápidamente y recogió todas las bolsas que estaban
en el suelo y con suerte ninguna se había roto.
-Gracias, por
cierto me llamo Alison. Se presentó Ali
-Encantado,
yo soy Adam
………………………………………………………………………………………………….....
Era la chica
más guapa que Adam había visto, y eso que había visto chicas guapas, pero esta
era diferente, rubia con los ojos verdes y los labios carnosos, Adam se había
chocado con ella al intentar llegar a su coche. El chico no tenía novia, aunque
sí que estaba medio liado con una chica de la oficina que estaba bastante
buena, con su faldita y su camisa… Adam no se había enamorado nunca, no creía
en el amor pero esta chica… él sabía que Ali tenía algo diferente, y lo había
notado al mirarla a los ojos.
-Oye siento
haberme chocado contigo, espero que no haya nada roto, si no te lo pago sin
problema. Se disculpó Adam ante la atenta mirada de Alison
-No te
preocupes, todo está bien, tengo que irme es de noche y perderé el autobús si
no me voy ya.
-¿Quieres que
te lleve? Tengo el coche en esta calle y no me cuesta nada, para compensarte,
además es bastante tarde para que vayas sola por ahí. Se había hecho tarde,
eran las seis de la tarde y ya era de noche, por lo que Adam no podía dejar que
la chica se fuera sola y más en estos tiempos con tantos robos.
-Pues te lo
agradezco pero no hace falta, no está muy lejos la parada. Aunque en verdad
Alison se moría de ganas por conocer a Adam mucho más pero era demasiado
pronto.
-Insisto, no
puedo dejar que una señorita vaya andando de noche a su casa. Adam puso esa
mirada pícara que gustó mucho a Alison.
Finalmente
Alison aceptó que Adam la llevara a casa. El coche de Adam era muy lujoso por
lo que el chico guapo que tanto le gustaba a Ali debía de ser rico. Aunque eso
a ella no le importaba mucho. Mientras Adam conducía empezó a sonar Someone like you de Adele, la canción
favorita de Alison.
La chica
empezó a tararear la canción y Adam se dio cuenta de que la gustaba y la subió
a tope empezando a cantar y tararear.
……………………………………………………………………………………………….........Adam
y Ali no paraban de reír, se lo estaban pasando bomba.
-Que mal
cantas. Espetó Alison a Adam
-Pero bueno,
¿cómo que canto mal? Adam no paraba de reírse y se dio cuenta que hacía mucho
tiempo que no lo hacía.
Pasó un mes y
medio y Alison y Adam ya salían juntos, el chico se había dado cuenta de que
Alison era la chica a la que estaba esperando y aunque tenían diferencias,
realmente empezaba a quererla. Lo peor era hablar de la navidad, Adam no
entendía porque Alison estaba tan ‘’obsesionada’’ con la navidad y Alison
tampoco entendía porque ha Adam no le gustaba, por ello, mantenían un sinfín de
discusiones a causa de esta fiesta. Tres días antes de navidad, tuvieron la
mayor discusión hasta la fecha.
-Simplemente
¿no puedes respetar que me encanta la navidad? Porque si no lo entiendes no sé
porque estamos juntos si somos tan diferentes. Preguntó Ali subiendo un poco la
voz
-Y tu ¿no
puedes respetar que a mí no me guste? Replicó Adam enfadado. Se sentía muy bien
con ella, mejor que con ninguna otra chica con la que hubiera estado, pero lo
de la navidad se pasaba de castaño oscuro, ni el respetaba lo de ella ni ella
respetaba lo de él.
-Tu no lo
entiendes, mi abuela murió por estas fechas, ella me inculcó que la navidad era
para pasarlo junto a la familia y los amigos. Es un motivo de esperanza para
los días malos o los buenos. Confesó por fin Alison. Adam empezó a sentirse
mal, muy mal, empezaba a ver borroso las cosas y se le vino a la mente la
última vez que pasó las navidades con su familia.
-¿Cómo está
papa? Preguntó el Adam ingenuo de 15 años
-Está bien,
no os preocupéis por él, tenemos que pasarlo bien que estamos en navidad.
Contestó la madre de Adam. En ese mismo momento sonó el teléfono y lo único que
recuerda Adam es que su madre empezó a llorar y a gritar, tanto de angustia
como de liberación. Cuando Adam tuvo 16 años, el juez le dio la emancipación,
no podía soportar estar en esa casa, aunque supo que su madre no tenía la
culpa, su padre la había maltratado y cuando murió todo fue un poco mejor, pero
sin duda su madre cambió su forma de ser y eso hizo que Adam se fuera de casa y
que tuviera tanto asco a la navidad.
Cuando volvió
en sí, Alison le estaba dando bofetadas en la cara, Adam se había caído al
suelo y había perdido el conocimiento.
‘’Necesito
salir de aquí’’ Pensó Adam.
El chico salió corriendo, dejando atrás los gritos y
las súplicas de Alison.
Adam fue sin
dormir a trabajar, no había podido conciliar el sueño por lo que había ocurrido
con Ali, sólo esperaba que estuviera bien, pero ahora no podía hablar con ella.
Al fin su
equipo y él, encontraron un anuncio original y peculiar para la lotería, pero
Adam no se sentía con fuerzas y se fue antes a casa. Mientras comía algunos
restos de filete de ternera del día anterior, miraba los mensajes que Alison le
había dejado, primero enfadada y luego desesperada por saber si estaba bien. Lo
único de lo que fue capaz Adam fue de enviarle un whatsapp diciéndola que
estaba bien.
Llegó el día
de navidad y desde hacía dos días no sabía nada de Alison, realmente la echaba
de menos, y le había hecho cambiar en cierto modo su percepción sobre la
navidad, ella lo había pasado mal cuando murió su abuela por esas fechas, y el
lo había pasado mal con la muerte de sus padres. Ella se lo había tomado mal,
pero no había odiado la navidad como él. Por ello, Ali mostraba más madurez que
el propio Adam, o eso pensó el mientras estaba sentado en su bmv rojo.
………………………………………………………………………………………………….....
Adam decidió
hacerle una sorpresa a Alison, le dijo que la esperara en su casa, mientras él
volvía del trabajo. Pero lo que Ali no sabía era que Adam estaba decorando su
casa y haciendo una cena especial para ese día. De algún modo Adam sentía que
debía disculparse por lo que se habían dicho, y por ello se puso manos a la
obra.
Alison tenía
todos los adornos por el suelo, seguramente que cuando Adam la llamó estaba
colocándolos para cuando sus padres llegaran al día siguiente.
Sólo faltaba
la estrella del árbol, Alison le había dicho una vez que para ella poner la
estrella significaba tener a su abuela cerca, porque siempre la ponían juntas
hasta que esta murió. Por ello Adam dejó la estrella a un lado, para que luego
Ali la colocara.
………………………………………………………………………………………………….....
Adam no
llegaba y Alison temía que le hubiera pasado algo, pero cuando iba a salir por
la puerta, su móvil vibró en la mesita camilla y dio tres silbidos. Cuando Ali
lo miró era un mensaje de voz de Adam.
Lo siento
Ali, llego muy tarde, te espero en tu casa, estoy aquí ya. Sono a través de los
altavoces del iphone de Ali.
Mientras
Alison esperaba al autobús, pensaba que algo debía de ir mal, seguramente Adam
no la quería, sólo habría sido un
juguete para él. Sólo de pensar en ello se la ponía la piel de gallina.
Cuando Alison
se encontró con la sorpresa se quedó petrificada, la casa estaba decorada
diferente a como ella lo hacía cada año, pero era increíblemente bonito. Adam y
Alison cenaron de maravilla esa noche, y todas las noches de navidad de los
siguientes años.
Lo que ellos
no sabían era que la navidad les había unido de una manera especial, a los dos
les había quitado algo hacía años, pero ahora les habían dado otra cosa por la
que celebrar la navidad, el amor.
Además el
anuncio de Adam funcionó perfectamente, y Adam empezó a ver la navidad de otra
forma, una forma de querer, de esperanza y eso lo reflejó más tarde en su
trabajo.